A Salvo- Jose Luis García Martín
Cierras la puerta, por fin estás a salvo.
Esos perros que aúllan, esas sombras
que vagan en el descampado,
la muchacha que te sonreía
o quizá no, los ojos
amenazantes de los desconocidos,
la negra lluvia, el frío, el desconsuelo.
Cierras la puerta, enciendes
todas las luces, un buen fuego.
El silencio te hace compañía,
nunca te cansas de callar contigo.
Tu casa es tu castillo, nunca abras
la puerta a nadie: esa voz
tan dulce es una trampa. ¿Alguien llora?
Es sólo el viento: no hagas caso.
Tápate los oídos cuando escuches
voces de auxilio. Revisa las ventanas.
disponte a pasar sólo el largo invierno.
Hay comida, hay licores, libros, discos,
todo lo que un hombre puede necesitar.
Cierras la puerta, cantas,
sonríes confiado: estás a salvo.
Nadie más ha de cruzar
esa puerta que cierras para siempre.
Todo lo que temes ha quedado fuera.
Por fin estás a salvo de la vida.