Jesús Muñarriz
Como el toro de lidia se acomoda al engaño
lo acepta, entra en el juego
y se deja envolver en trapos de colores
olvidando el estoque
pretendiendo ignorar
el obligado descabello,
Así nos embozamos en futuros
paraísos, en reinos
de otros mundos,
en reencarnaciones
que nos impidan ver el agujero
negro
Que nos está esperando
ahí a la vuelta,
como muy bien sabemos