31 dic 2010

La Navidad de los otros. Polgarteche- Obuaro 197

La Navidad de los otros

Uno echa de menos la idea de la Navidad que ha aprendido en las películas, en los libros y en las canciones. Las navidades blancas, la felicidad de las familias reunidas cantando villancicos, la paz de sus almas, el ánimo de los corazones. La Navidad de los otros.

Pero en realidad la Navidad nunca fue así. Cuando éramos pequeños el viaje para pasar las fiestas con la familia era una tortura. Levantarse pronto, las broncas típicas del trayecto, el frío, los atascos…Después empezaron a venir las salidas disimuladas, ese escaparse a tomar algo con los primeros amigos y el novio clandestino pero un día descubierto, que en casa odiaban. Situación que te martirizaba porque ni tú ni mucho menos él entendíais el por qué de ese rechazo. Ese quedarse sin salir viendo el especial de fin de año de Jose Luis Moreno en la televisión, trataban en tu casa de evitar a toda costa que te vieras con él esa larga y perniciosa noche del 31 de diciembre.

Liberados de novios y salidas clandestinas vinieron las salidas oficiales en las que se organizaban las fiestas de fin de Año, Demasiados compromisos, tiempos de tantas amistades como fiestas a las que asistir, Madrid de punta a punta mezclando gente imposible y deseando llegar a casa, ahora que podías salir hasta las tantas, para evitar el desgaste de estos encuentros forzados.

Luego vinieron los tiempos en los que la familia, cada vez mas extensa, ya no se podía reunir porque varios de sus miembros vivían lejos, habían desaparecido o bien no se soportaban. La planificación para no coincidir, el encaje de bolillos, la mentira piadosa…

Y siempre las ganas de huir, de escapar, lejos de la familia, los compromisos, los novios clandestinos, los amigos fiesteros, quizá de ti mismo, de tu infancia, de tu idea de la Navidad, de la todavía hoy desconocida paz de tu alma, del continuo desánimo de tu corazón. El permanente deseo de que pase ese algo que nunca has hecho tuyo, ni lo será, ni así que pasen 1000 años, esa que ha sido y será la envidiable y siempre inalcanzable Navidad de los otros.

@polgarteche