Insomnio- José García Nieto
Y ahora volverse un poco del otro lado,
y nada.
Y, desvelado, como nunca,
permanecer
con el agua al cuello.
Hay golpes que se acercan por la contigua habitación,
y luego se desvanecen, antes de entrar del todo y de nombrarse.
Pero el silencio nunca se acostumbra
a ser silencio siempre.
Y se cierran los ojos
para no ver cómo llegan
en la completa oscuridad
los estremecedores
heraldos.
2 comentarios:
Anónimo dijo...
No conocía este poema, bonito homenaje a César Vallejo y sus heraldos negros, hay golpes en la vida tan fuertes...
Sigo leyendo y esperando obuaros.
June 21, 2006 7:51 PM
Anónimo dijo...
Pues a mí me duermes cada vez que hablamos.
June 27, 2006 7:14 PM
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